viernes, 30 de marzo de 2012

Ben Webster - Soulville (1958)



La contemplación es el estado espiritual que aparece en el ser humano cuando practica el silencio mental. El silencio mental se consigue con el desapego de pensamientos y sensaciones.

Punto de partida que ha de tenerse en cuenta a la hora de paladear las emociones plasmadas por Ben Webster. Para ello, uno necesita alejarse de preocupaciones, debe exigirse tranquilidad, reposo y silencio. Mi recomendación consiste en unos cascos, luz tenue y recostarse plácidamente en este pequeño microclima artificial que habremos creado. Poco más hará falta para adentrarse en esta pacífica ciudad de soul, de alma. Mientras que Ben Webbster pone sus pulmones a nuestra disposición -y por encima de éstos, su misericordia para que casi 55 años después encontremos la paz que necesitamos- nosotros deberemos advertir al mundo que necesitamos 50 minutos de meditación para depurar nuestras penas.

Con tumbarse y dejar que llegue el segundo 50 de “Soulville” -segundo en que Webster empieza su proclama por la divinidad musical- nosotros, para ese momento, ya habremos cerrado los ojos, abierto la mente y perseguido a esta deidad por el sendero que nos mande. Un camino sin obstáculos en el que, parsimoniosamente solo nos exigirá dejarnos llevar, confiar en él.

Conseguirá abrirnos el alma como si del Mar Rojo se tratará.

1. Soulville (Webster)
2. Late Date (Webster)
3. Time on My Hands (Adamson/Gordon/Youman)
4. Lover, Come Back to Me (Hammerstein/Romberg)
5. Where Are You? (Davis/Pollack)
6. Makin’ Whoopee (Donaldson/Kahn)
7. Ill Wind (Arlen/Koehler)
8. Who? (Hammerstein/Kern)
9. Boogie Woogie (Webster)
10. Roses of Picardy (Weatherly/Wood)

Músicos
Ben Webster - Saxo Tenor, Piano
Herb Ellis - Guitarra
Oscar Peterson - Piano
Ray Brown - Bajo
Stan Levy - Batería 



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